El idioma hebreo es oficial en Israel, donde es hablado, escrito y leído por más de 6 millones de personas (75 % de la población) y está regulado por la Academia del Idioma Hebreo.
Además es la lengua litúrgica común del judaísmo en más de 80 países (hoy estimado en otros 8 millones), entre los cuales se destacan: Estados Unidos 5.425.000, Francia 480.000, Canadá 375.000, Gran Bretaña 291.000, Rusia 194.000, Argentina 181.800, Alemania 119.000 y Australia 112.000.
Presencia judía por país, en azul más oscuro las comunidades más numerosas.
El hebreo es una lengua semítica con 33 siglos de historia escrita. La tradición hebraica remonta sus raíces a la Torá y la época de Moisés.
Hacia finales del siglo III el hebreo murió como lengua vernácula en Palestina, desplazada por el arameo. Sin embargo, siguió siendo usado por los judíos como una lengua religiosa, erudita y literaria.
Recién a fines del siglo XIX fue resucitada como vernácula, y desde 1948 es la lengua viva del Estado de Israel. (1).
“El hebreo mantuvo su uso: era la lengua de las plegarias y la literatura, pero necesitaba una sociedad que la hablara y cuando los judíos volvieron a Israel y decidieron que ése fuera su idioma, revivieron su oralidad. (…) Pero en los últimos 40 años, las generaciones jóvenes que se encuentran fuera de Israel, aun cuando reciben educación judía, no lo hablan (menos de 250.000 saben hebreo)” Moshé bar Asher, presidente de la Academia de la Lengua Hebrea, de la Universidad Hebrea de Jerusalem,
De allí que la enseñanza del hebreo moderno se haya renovado como un importante elemento común y de cohesión para las diferentes comunidades judías de todo el mundo.
(1) El llamado hebreo moderno es una construcción muy reciente impulsada por el movimiento Sionista. Es la lengua más reciente en el mundo. En su forma escrita tiene menos de 150 años y los primeros hablantes comenzaron hace menos de 100 años.
Este nuevo idioma es una fusión de múltiples lenguas, que se escribe y se habla bajo las normas de las lenguas europeas, con amplia tradición de idiomas representativos como el arameo, el árabe, el yiddish (alemán y eslavo hablado por los judíos) y el sefaradí (español antiguo hablado por los judíos).
El lingüista Ghil‘ad Zuckermann define al hebreo moderno como "lengua israelí", basada en hebreo y en yiddish, acompañados por una cantidad de otras contribuciones tales como ruso, polaco, alemán, judeoespañol, árabe e inglés.
La población judía en la Argentina es la más grande de América Latina, la tercera en el continente y la séptima del mundo.
Al año 2006 se calculaba una población de alrededor de 184 500 judíos y una descendencia estimada en 300.000.
Otro informe del Joint Distribution Committee (2005), fundamentado en una muestra de 30 000 hogares, estimaba en 244 000 judíos en Buenos Aires y alrededores, proyectando una cifra de 300.000 para todo el país. Sin embargo, el estudio poblacional destaca el hecho de que el 61 por ciento de los judíos dejó de asistir o nunca asistió a una institución judía como son las organizaciones sociodeportivas, los clubes, las sinagogas o las escuelas de la comunidad.
Origen: Corrientes migratorias
A partir del siglo XVI judíos sefaradíes ibéricos y del Norte de África llegaban huyendo de la Inquisición española y portuguesa. Se establecieron en lo que hoy es territorio argentino, pero se asimilaron en la sociedad rioplatense.
Posteriormente, en los siglos XIX y XX la región de origen fue principalmente la Europa Occidental, sobre todo Alemania y la Europa Oriental, ante todo Rusia y Rumania:
La Revolución Rusa de 1917 derrocó a un régimen de siglos de antisemitismo oficial en el Imperio Ruso, pero la discriminación que recibieron los judíos en Europa continuó entre las dos guerras mundiales -acelerada en la década de 1930 por la persecución nazi- y fue el motor para que siguieran embarcando hacia los Estados Unidos y América del Sur.
Con posterioridad al establecimiento del Estado de Israel en 1948, la comunidad judía en la Argentina llegaba a 310.000 habitantes, según el censo de 1960.
Destinos: Localización de las migraciones
Para analizar el destino de las corrientes migratorias relevamos información de documentos privados y públicos, algunos de textos especializados y otros de fuentes de la Internet (Ver Matriz Migratoria)..
De allí surgieron cinco términos de búsqueda para ubicar la localización de inmigrantes que pudieron traer en su “mochila cultural” el idioma hebreo:
En resumen, recorriendo todo el territorio argentino hallamos 23 provincias y 449 Asociaciones vinculadas con el Idioma Hebreo, cuyo detalle figura publicado en el módulo Perfil Idiomático por Localidad.
En Argentina son numerosas las instituciones judías que imparten educación en los niveles inicial, primario y secundario, junto con la transmisión a su alumnado de los valores y la cultura de su comunidad.
Sin embargo, uno de los objetivos prioritarios de nuestra investigación fue registrar y medir todos los servicios idiomáticos ofrecidos actualmente en la Argentina, por fuera de la educación formal.
Así, registramos 59 ofertas de Hebreo moderno en el país, la gran mayoría de las cuales son cursos extracurriculares, que representan el 66 % y están dirigidos tanto a adultos como a adolescentes y niños. Los servicios de traducciones suman el 34 % restante.
Desde lo espacial, el 83 % de las ofertas idiomáticas se concentra en la Capital Federal y área metropolitana, mientras el otro 17 % se origina en las provincias de Córdoba, Buenos Aires, Entre Ríos, Santa Fe y Mendoza.
Fuente: idiomas.becasyempleos.com.ar
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Presencia del Idioma Hebreo en Asia y el mundo, cuándo vino a la Argentina, dónde se localizaron los inmigrantes y sus descendientes, cuántas asociaciones existen en la actualidad…
Informe estadístico con todas las ofertas registradas en la Argentina.
El Hebreo es uno de los 15 idiomas afro-asiáticos que se enseñan en la Argentina.